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Observatorio geomagnético de Colombia, sitio clave en la medición del comportamiento magnético de la Tierra, moderniza sus equipos.

Recientemente, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) gracias al apoyo del Servicio Geológico Británico (SGB) y del Real Instituto de Meteorología de Bélgica (RMI) actualizaron el observatorio colombiano con equipos digitales y remodelaron sus instalaciones, para fortalecer el monitoreo del comportamiento del campo magnético terrestre. Click Verde visitó el lugar y conoció los novedosos equipos que ofrecerán una información más precisa.

El observatorio geomagnético está ubicado en la Isla El Santuario de la laguna de Fúquene, en Cundinamarca, Colombia. Su estratégica localización en la línea ecuatorial es de gran importancia, ya que es el único de esta zona del planeta que cuenta con información meteorológica y magnética, según sus directivas.

Recientemente gracias a las intervenciones y apoyos conseguidos por el IGAC en el lugar ahora están en funcionamiento diferentes equipos como el magnetómetro, que se encarga de detectar la orientación de las líneas del campo magnético de la tierra o el variómetro que permite conocer su variación, cuya medición se realiza minuto a minuto. Además, fueron remodeladas las instalaciones en donde se encuentran ubicados estos equipos, para garantizar su efectividad y protección.

Así lo explicó Carlos Franco Prieto, subdirector de Cartografía y Geodesia de IGAC en Click Verde “Europa e Inglaterra, han apoyado a los países latinoamericanos, para que puedan desarrollar sus observatorios geomagnéticos y nosotros hemos logrado la capacitación y apoyo en la entrega de equipos”

Gracias a esta actualización, los científicos podrán medir con mejor tecnología, efectividad y precisión el magnetismo, para compartir en tiempo récord estos datos a diferentes lugares a nivel mundial, encargados de estudiar el campo magnético mundial, con información y datos magnéticos, esenciales sobre la variación solar, el cambio de temperaturas, tormentas magnéticas, daños en sistemas satelitales o interrupción en las comunicaciones, entre otros.

“Poder hacerle seguimiento continuo a este campo geomagnético nos ayuda a entender qué problemas o situaciones en el momento o a futuro podemos llegar a tener con nuestras comunicaciones”, Prieto, subdirector de Cartografía y Geodesia de IGAC.


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